Días atrás comenzó la temporada de verano y los balnearios de la Costa Atlántica muestran una ocupación casi total, luego de un 2021 en que las playas argentinas tuvieron una baja asistencia como consecuencia de la pandemia por COVID que todavía afecta al país.

   Debido a esto, el tránsito vehicular creció notablemente y con ello aumentaron los accidentes de tránsito en las rutas argentinas. Brandsen no es una excepción, ya que es un punto estratégico de paso hacia los centros turísticos estivales.

   Por ello, con el fin de prevenir siniestros viales, desde la Jefatura de Policía de Seguridad Comunal de Brandsen se decidió reforzar los controles que habitualmente se llevaban a cabo en los accesos a esta ciudad, por lo que se convocó a integrantes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), con amplia experiencia en la temática.



   Anoche, efectivos de la Estación de Policía Comunal local y del Destacamento de Seguridad Vial del distrito y agentes de ese organismo gubernamental realizaron el primero de una serie de operativos de interceptación en conjunto que se desarrollarán durante estos meses.

   En el marco de las labores, numerarios y agentes se enfocan más que nada en realizar controles de alcoholemia y de sustancias estupefacientes, pero sin dejar de lado la constatación de todo tipo de delitos, faltas contravencionales e infracciones.

   En esta oportunidad, el operativo se efectuó en la intersección de las rutas provinciales 210 y 215, frente al Destacamento de Seguridad Vial, y se extendió hasta altas horas de la madrugada. Allí se labraron varias infracciones por alcoholemia, como así también por violación a la ley de tránsito, y se constató que muchas personas habían bebido pero sin superar el límite permitido.

   Los agentes -pertenecientes División Alcoholemia de la ANSV, con base sobre la autopista Buenos Aires-La Plata, en Hudson- volverán a Brandsen próximamente para realizar nuevamente estos controles junto a los efectivos policiales locales.



   Por otro lado, cabe recordar que el límite para circular es de 0,5 g/l litros de alcohol en sangre, aunque existen otros distritos del país donde el tope es 0,2 o directamente está prohibido conducir luego de haber bebido.


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