Joaquín lucha por salir adelante. Hoy nos necesita

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JOAQUÍN LUCHA POR SALIR ADELANTE. HOY NOS NECESITA.

El Semanario Tribuna público en su edición de hoy esta historia dura de vida. Pero además, cumple con la misión de dar la mano solidaria necesaria para poder concretar lo que un joven que lucha por salir adelante, necesita.
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UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Luego de 11 meses muy duros, ahora la podrá seguir peleando desde su hogar y hoy nos necesita

TRIBUNA estuvo en casa de Joaquín Torres, el joven de 19 años al que se le detectó leucemia linfoblástica aguda y tras casi un año de tratamiento -restan cuatro-, comenzó la etapa ambulatoria. Para evitar posibles infecciones y/o complicaciones, necesita de un cuarto propio con todas las comodidades. A continuación, su historia.

Joaquín era un chico que llevaba una vida normal, como la de cualquier otro. Estudiaba, trabajaba y bailaba folklore, pero un día se levantó cansado y sintió que quería dejar la escuela, faltando un año para recibirse, para dedicarse a trabajar. Tres días después, se lastimó un dedo en plena jornada laboral y la pérdida de sangre fue el desencadenante que llevó a descubrir el origen de aquel cansancio, de aquel desgano. Hace once meses, la vida de él y su familia dieron un vuelco inesperado, al cual intentan acostumbrarse día a día. Hace once meses a Joaquín Torres le detectaron leucemia linfoblástica aguda estándar y esta semana comenzó con la etapa ambulatoria del tratamiento, la cual durará un año y medio.
TRIBUNA llegó hasta la casa del joven en el barrio Las Mandarinas, más precisamente en Diagonal Copérnico y Martín Miguel de Güemes. Ahí nos atendió Joaquín junto a su madre, Nancy Rodríguez, quien de primera mano relató todo lo vivido desde aquel momento hasta esta instancia: “Digo lo que vivimos y lo que a él le pasa, aunque no puedo expresar lo que siente”, comenta la mujer, quien reconoce que “de un momento a otro nos cambió la vida a toda la familia. Como mamá dejás de vivir y de hacer tus cosas, y tenés que dejar de lado a tus otros hijos. Para nosotros fue todo nuevo y aprendemos día a día”.

EL DESCUBRIMIENTO

Joaquín se levantó una mañana y le dijo a su madre que no quería ir más al colegio porque se sentía muy cansado, que se quería dedicar a trabajar -también era DJ- y al folklore. Al decaimiento y al desgano se le sumó una herida en el dedo, la cual se hizo en la mano cuando estaba en plena jornada laboral con su tío, pintor de profesión. El haber perdido tanta sangre, comenzó a gestar una nueva vida que ni imaginaban que iban a tener, tanto como el joven como su familia. Al volver del médico por esa lastimadura, Joaquín se sintió mareado luego de bañarse y se acostó. Durmió cerca de 24 horas y cuando se levantó, se apoyó sobre la mesa. Nancy atinó a retarlo, pero él le respondió que al caminar la cabeza le punzaba. Ahí ella se asustó y fueron inmediatamente al hospital. Lo vieron pálido y con bajo peso, más allá de su contextura delgada. Le hicieron análisis de laboratorio y los resultados tardaron 90 minutos cuando lo normal es que se entreguen en un lapso no mayor a la media hora. A Joaquín le pidieron que se quede en internación porque querían observarlo, él se negó y la profesional de turno fue contundente: “Para mí es mucho más fácil inyectarte antibióticos y desligarme de un problema”. Había riesgo de muerte. La demora de los resultados se debió a que los valores no eran normales. Había pocas plaquetas en su organismo. “Agradezco que se haya lastimado, además de que no tuvo sangrados internos, lo cual fue un milagro”, comenta Nancy.
“VOY A SALIR ADELANTE”

Además de Joaquín, Nancy tiene otros dos hijos: una nena de 11 y un nene de 3 con quienes “no pude estar en la adaptación del jardín del más chico, ni acompañar a mi hija en el último año de primaria. Lo terminan de entender, se acostumbran a que la mamá no está”, comenta con pesar la mujer, quien de la noche a la mañana tuvo que enfocarse en el joven que ahora tiene 19 años. “Pasar por estas situaciones requieren de contención para que no se bajonee. Al principio él estaba enojado con la vida, se preguntaba ‘¿por qué me pasó a mí?’ Pero al final lo tomó de una manera especial. ‘Tengo leucemia, voy a salir adelante’, se decía, pero tenés que acostumbrarte a que todos los días te tengas que levantar a las 6 de la mañana a sacarte sangre”, narra con crudeza Nancy, quien nunca quiso dejarlo solo.

“Tranquilo”, así se expresó Joaquín ante la situación. Es un joven introvertido, de pocas palabras pero que escuchó atentamente lo que su madre decía, aportando algún dato o simplemente asintiendo con su cabeza. También fue él quien mostró fotografías del antes y el después, de cómo el tratamiento lo cambió en su aspecto físico. Su personalidad influyó para que en lo que va del tratamiento, rechazara ocho psicólogos de la clínica porteña donde se trata. En algunos momentos necesitó llorar y hablar con algún amigo si era necesario. Nunca se lo presionó y siempre se le dijeron los pasos a seguir porque estaba en todo su derecho de negarse. Lo primero que perdió en el tratamiento fue el pelo y casi 20 kilos. Por las altas temperaturas veraniegas solo se descompuso una vez pero no tuvo muchos vómitos, además de que pudo finalizar todas sus sesiones de quimioterapia sin infecciones o enfermedades de por medio, algo que hubiese obligado a retormarlas, demorando así más tiempo y necesitando de más medicamentos.

TRATAMIENTO AMBULATORIO

El Sanatorio Ramón Cereijo de la ciudad de Buenos Aires -Lavalle entre Rodríguez Peña y Montevideo- es el lugar donde el joven comenzó a luchar contra esta enfermedad y a donde debe ir periódicamente para realizarse controles. Cuando trasladarse hacia el Microcentro porteño empezó a ser una complicación desde lo económico, Nancy responde que Ospica, la obra social que le da cobertura médica, respondió desde el principio, ofreciendo un coche que lo lleve desde su casa y lo traiga de vuelta. “La verdad que con ellos me saco el sombrero”, se sinceró la mujer.
A Joaquín le queda por delante un año y medio de tratamiento ambulatorio, siempre y cuando no ocurra algún imprevisto. Toma dos medicamentos por día y una vez por semana, son cuatro los comprimidos que debe ingerir; cada 15 días debe ir a controles para ver cómo reacciona su organismo a las medicinas orales y cada tres meses debe someterse a una sesión de refuerzo de quimioterapia -la próxima es a comienzos de diciembre, donde también le pasarán medicación por vía intravenosa y le realizarán una punción medular-, además de una citometría de flujo -lo que se conoce como quimioterapia ambulatoria, según nos dijo Nancy-. “Desde la primera quimio nunca hubo restos de enfermedad, y eso es bueno, pero los médicos no pueden decir que se curó porque es la médula y en las paredes puede haber alguna célula cancerígena. Sería peor el remedio que la enfermedad”.
ESTO TE CAMBIA AL 100%

Sobre el final de los casi 60 minutos de charla, a Nancy le tembló la voz y con ojos vidriosos agradeció a toda la comunidad por el apoyo, desde su familia hasta la Escuela de Danzas de mi Pago, Escuela Técnica, Hospital Municipal, Municipalidad y amigos y compañeros de Joaquín. “Nos sentimos acompañados, estamos más unidos como familia. Esto te cambia al 100%. Te cambia la manera de pensar”, culminó la valiente madre.
Un cuarto para Joaquín

La casa donde vive Joaquín junto a su familia, es una construcción vieja que absorbe la humedad y la habitación del joven, no está excepto a eso. Si bien fue acondicionada y se la desinfecta como corresponde, no es el lugar ideal para alguien en su situación, ya que sus bajas defensas lo exponen a infecciones e inconvenientes, como mencionamos anteriormente.

En el fondo del terreno se levantará un monoambiente que consiste en un cuarto y un baño pero no disponen de todo lo que necesitan. Disponen de ladrillos huecos, bolsas de cal y cemento, y una puerta placa para interiores, pero aún necesitan ladrillos comunes, cañerías para los desagües, más bolsas de material, tierra para relleno, arena y piedras, por lo menos para poder comenzar a construir.
En el transcurso del martes, luego de haberse entrevistado con Gabriel García en el programa radial “Pocas Pulgas”, recibieron chapas y pallets de ladrillos huecos, y si bien “tampoco nos podemos quejar porque todos nos han dado una mano, desde el municipio hasta el hospital desde el minuto cero, lo necesitamos, y cuanto más rápido mejor. No nos gusta pero, no me queda otra que pedir”, dice Nancy, quien agrega que la mano de obra será realizada por su familia, pero que no está de más ninguna mano y tampoco andamios que pudieran ser prestados durante el tiempo de construcción. Para quien desee ayudar a Joaquín, comunicarse a los teléfonos 2223.445754 -fijo- o al 2223.429572 -celular-, o acercarse a Diagonal Copérnico N°3284 casi Güemes.

¿Qué es la leucemia linfoblástica aguda?

Es un tipo de cáncer hematológico y de la médula ósea que afecta los glóbulos blancos. La leucemia linfoblástica aguda es el tipo de cáncer más común durante la niñez. Ocurre cuando una célula de la médula ósea presenta errores en su ADN y su desarrollo se produce muy rápido, al contrario de las leucemias crónicas que progresan lentamente.

Publicado en la edición de hoy del Semanario Tribuna

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