Así lo expresó Cristina Juliarena, integrante de Vecinos por un Brandsen Ecológico, para referirse a la posible instalación de dos centrales termoeléctricas. Habló sobre la emergencia hídrica y lanzó: «Desde el vamos no fue claro, no fue transparente el planteo».

Los vecinos se manifestaron en el recinto del HCD durante la pasada sesión extraordinaria.

La posible instalación de dos centrales termoeléctricas en Brandsen ha generado preocupación entre los vecinos, quienes advierten sobre el potencial impacto ambiental negativo que esto podría acarrear. Cristina Juliarena, integrante de Vecinos por un Brandsen Ecológico, dialogó con Grassi.com y expresó su inquietud ante la falta de claridad y transparencia en el tratamiento del tema por parte del Concejo Deliberante.

«Desde el vamos no fue claro, no fue transparente el planteo», afirmó Juliarena, haciendo referencia a la información inicial sobre la instalación de una sola central, cuando en realidad se trata de dos. Además, señaló que los antecedentes de las empresas involucradas, Ensar Energy (actual SCCC Power) y MCU Energy, generan dudas sobre su compromiso con el cuidado del medio ambiente.

IMPACTO AMBIENTAL Y CONSUMO DE AGUA

Juliarena destacó que el estudio de impacto ambiental realizado por la empresa CD Pot reconoce un fuerte impacto en el agua, debido a la captación de 7.200 metros cúbicos por día a través de cuatro pozos. «Me pregunto. Tenemos problemas de sequía, problemas de ‘La Niña’, actividades agropecuarias en la zona… Yo no sé de dónde van a salir los 7 millones de litros», cuestionó la vecina.

Asimismo, advirtió sobre la contaminación ambiental que generarían las ocho turbinas a gas y cuatro turbinas a diésel, que ventearían gases a través de chimeneas de 23 metros de altura. «Estamos hablando de una contaminación ambiental, por lo menos en la zona, tremenda», enfatizó.

ENERGÍA PARA EL CONURBANO, NO PARA BRANDSEN

Otro de los aspectos preocupantes es el ruido que generarían las centrales, con un nivel de 80 decibeles durante 15 horas al día, superando los 55 decibeles recomendados por la Organización Mundial de la Salud. «Es como si fuera un tren en marcha», comparó la entrevistada.

Finalmente, la vecina alertó sobre el impacto en la biodiversidad de la zona: «En vez de hacer un polo eléctrico, tendríamos que hacer una reserva de flora y fauna o un área protegida», propuso.

Juliarena aclaró que, según los expedientes de las empresas, la energía generada por las centrales estaría destinada al sistema de EDESUR, para abastecer a la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, y no nuestro Distrito. «En ningún lugar habla de energía para Brandsen», aseguró.

Ante este panorama, desde Vecinos Ecológicos exigen mayor información y transparencia por parte de las autoridades, y solicitan que se evalúe detenidamente el impacto ambiental de este proyecto antes de tomar una decisión final.

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1 COMENTARIO

  1. Los vecinos de Pilar cuentan los días que faltan para el 30 de junio. Esperan esa fecha para que la termoeléctrica que funciona en Matheu apague sus turbinas y abandone la zona. El final del mes próximo es clave, ya que no solo es el último día que le dio una medida cautelar para tener sus turbinas en marcha, sino que circulan versiones de que la empresa generadora busca nuevas locaciones para ubicarla.

    En enero, el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, habilitó el funcionamiento provisorio de dos turbinas de la “Central Matheu III”, ubicada en la localidad de Villa Rosa del partido de Pilar, debido a la crisis energética. Sin embargo, ese fallo tiene medida de caducidad y es precisamente a fines del mes próximo.

    La empresa operadora de esta central es Araucaria -ahora denominada SCC Power-, que no quiso confirmar ni desmentir la información sobre la mudanza de Pilar. Pero Infobae pudo saber que hasta hoy no se han presentado planes alternativos ni pedidos de prórroga de la actividad al municipio ni a la Justicia, que puedan modificar la situación por la cual no podían funcionar.

    Pero la historia es más larga. Comenzó en 2016 cuando el Estado nacional decidió instalar en una zona rodeada de barrios y escuelas, entre Escobar y Pilar, dos centrales termoeléctricas debido a la crisis energética. Desde el anuncio, un grupo de vecinos se resistió a la iniciativa y cuando se pusieron en funcionamiento interpusieron una medida cautelar por los altos niveles de ruido y contaminación que sufrían en su vida diaria.

    Raúl Regis, presidente de la ONG 1810 Vecinos Unidos por Pilar, indicó: “Esta pelea empezó hace muchos años y ahora todas las informaciones que tenemos indican que finalmente las centrales se mudarán. Es una buena noticia que la empresa no quiera dar información, ya que si se quedaran, lo desmentirían directamente”.

    La batalla judicial llegó incluso a la Corte, que le dio la razón a los vecinos y obligó a una de las empresas a abandonar la zona.

    Los vecinos protestan desde hace
    Los vecinos protestan desde hace años por el impacto ambiental que produce su funcionamiento (Nicolás Aboaf)
    Matheu II y Matheu III eran dos de las usinas de las 20 centrales térmicas que el Ministerio de Energía licitó y adjudicó en distintas ciudades del país y que sumaban 2.800 MW de generación eléctrica a todo el sistema interconectado. Entre las dos, iban a generar una potencia de 500 MW. Estaban catalogadas como industrias categoría 3, peligrosas desde el punto de vista ambiental.

    A pesar de que hoy solo funcionan dos turbinas, los vecinos siguen afectados por el nivel de ruido de las operaciones. “Las mediciones les siguen dando mal. Porque esto ya empezó mal. No es posible que se quisieran instalar en una zona rodeada de población”, sostiene Regis, quien recuerda el trabajo de todo el proceso que hizo junto a los vecinos Gustavo Madeira, uno de sus compañeros en la ONG que falleció exactamente hace dos años.

    Los ruidos y la contaminación en el aire, así como el rechazo que generó la puesta en marcha de las centrales obedece, en buena parte, a la cercanía con los predios poblados. “Desde las termoeléctricas al pueblo de Matheu hay 250 metros, a Los Pilares unos 400 m, a Campo Chico unos 750 m, a Campo Grande unos 950 m, a Pradera unos 1.000 m, al Barrio Saint Matthew´s unos 1.680 metros y al Colegio Saint Matthew´s 2.230 metros. En el radio de 1.500-2.500 metros se ubica el country Lagartos, y en el radio de 2.500 a 4.000 metros quedan aún más urbanizaciones incluyendo La Lomada, Ayres, Highland y Farm Club”, explican los vecinos en una de las presentaciones que se hicieron ante la justicia.

    Ya en el primer fallo dictado por Charvay en 2017 y ratificado en 2021 por la Cámara Federal de San Martín, el magistrado dio por acreditado los potenciales efectos nocivos para la salud y el ambiente que podrían generar las termoeléctricas. El juez también tuvo presentes los cinco millones de litros diarios tomados del acuífero Puelche que requeriría el funcionamiento. En ese marco, señaló el riesgo que implica para el agua potable, teniendo en cuenta que un alto porcentaje de la población de Pilar y Escobar se abastece a través de perforacione

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