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Semanario Tribuna 18-02-2023
Esta vez, el homenaje anual dedicado a Tamara Castro, que se realiza en la plaza Hipólito Yrigoyen, tuvo un encuentro sorpresivo y extra que le dio otro sentido emocional al festival. Por primera vez, las dos hijas de Tamara -Tais Bornes y Malena Dorado- compartieron la plaza y hasta se dieron tiempo para un encuentro fugaz y tenso, que es explicable porque siempre fue un vínculo difícil de sostener. Recordemos que Tais eligió vivir con su “mamá de corazón”, Valeria Lynch, en lugar de irse con su padre, que justamente promovió una demanda millonaria contra Valeria. Y Malena es hija de Sergio Dorado, compañero de corazón, de música y hasta de tragedia de la inolvidable cantante. Y lo más destacado es que Tais fue el que llamó a su tío Emanuel para decirle que había decidido por fin a asistir “al homenaje a mamá”
EL FESTIVAL
Nos cuenta Emanuel Castro, hermano de Tamara y organizador de estos homenajes, que nunca hubo tanta gente y que quizá eso se explique porque siempre se llevó a cabo a lo largo de dos días y esta vez fue una sola velada. Desfilaron 19 números folklóricos y prácticamente se agotó toda la oferta de los carritos que vendían lo de siempre: bebidas, hamburguesas, papas fritas, choripán, bondiolas, helados.
EL REENCUENTRO
Fue intenso y breve, con los nervios lógicos, después de poder reencontrarse tras 16 años. Cuando Tais lo llamó a Emanuel anunciándole su presencia, le contó que por diversas razones, sin entrar a dar demasiadas explicaciones; “siempre tuvo ganas de estar aquí y que esta vez tomó esa decisión”.
Fue un reencuentro que demoró mucho tiempo: Tais tenía 6 años y Malena 3 cuando se conocieron, pero resultó un contacto muy distinto desde lo emotivo. Eran niñas, las que por supuesto compartían la sensación de desamparo y el dolor por esa mamá que las dejó tan pronto. En esos momentos no tenían palabras ni para acompañarse ni para consolarse ni para poder intercambiar recuerdos. Y allí quedó. Tuvieron que pasar 16 años para que la mami las acabara convocando. Y fueron. Y se encontraron y el contacto fue distinto y estrenando una nueva sensación en una noche donde la gran protagonista era la mamá.
Tais quiso evidentemente pasar desapercibida, entrar en puntas de pie a un homenaje que muchas veces habrá imaginado y esta vez, lo pudo vivir. Malena cantó, Tais la escuchó y se fue. Pero quizá este sea el primer paso de un vinculo al que las de alguna forma las une una vocación (las dos cantan) pero sobre todo el recuerdo interminable de una mamá inspiradora.
Semanario Tribuna 18-02-2023
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