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Obispado de Chascomús
La jornada se llevó a cabo el sábado en el monasterio de Gándara. Participaron voluntarios de Cáritas parroquiales, Hogares de Cristo, merenderos, Grávida y de algunas pastorales.
ASAMBLEA ANUAL
El monasterio San José, de la localidad de Gándara, fue escenario el pasado sábado de la asamblea anual de voluntarios y agentes de la caridad de la diócesis de Chascomús. Participaron voluntarios de 23 de las 27 Cáritas parroquiales, a los que se sumaron referentes de los Hogares de Cristo de Brandsen y Chascomús; servidores de los merenderos de San Miguel del Monte, Dolores, Santa Teresita y Mar de Ajó; integrantes de las pastorales de la Salud, Juvenil y Carcelaria; y miembros de Grávida.
VOLVER A LA FUENTE
“Volvamos a la fuente” fue el lema del encuentro, que contó con tres momentos, relacionados con el bautismo y algunos de sus elementos: la luz, el agua y el aceite. Después de compartir el almuerzo, hubo un segundo bloque, en el que se trataron temas concretos de la dinámica de Cáritas, como la caminata institucional, el recambio de algunos referentes zonales y la colecta anual. También, la comisión diocesana de protección de niñas, niños, adolescentes y personas vulnerables brindó una charla. El encuentro tuvo momentos de silencio, meditación, reflexión, trabajos en grupos y animación, y culminó con una misa presidida por el obispo de Chascomús, monseñor Juan Ignacio Liébana, quien, en su homilía sobre el pasaje de la Transfiguración, recalcó la importancia de “subir al Monte Tabor”, para allí volver a la fuente, y luego “descender y adentrarnos en nuestra vida, siendo la luz que nos fue dada en nuestro Bautismo” en cada uno de los espacios de voluntariado, publicó AICA, Agencia Informativa Católica.
Por Guillermo E. González
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