El ciclismo en la provincia de Córdoba siempre nos regala emociones, desafíos y, por qué no decirlo, algunas que otras batallas épicas. Este fin de semana, la localidad de Mina Clavero fue testigo de la Vuelta Altas Cumbres, una carrera que no es para débiles de corazón ni de piernas. Con una ruta que desafía incluso a los más experimentados, el ascenso a Ambul se erige como un coloso imponente, con sus 35 kilómetros de ascenso y un desnivel acumulado que quita el aliento: 2620 metros.


Pero la grandeza de esta competencia no solo se mide en metros y kilómetros, sino en el coraje de los participantes, entre ellos los valientes ciclistas de la Asociación Civil Ciclistas Brandsen. Walter «Fito» Petersen brilló al ingresar dentro del top diez de su categoría. También fueron de la partida: David Lazcano, Juan Pablo Barrionuevo, Mauro Perez, Germán  Larumbe, Marcos Olguin, Felipe Arellano, Matías Martinez, Pablo Leveroni, Federico Valgolio, Nicolás Taborda, Tomás Loizu, Ochi Storni y Juan Storni, sumando su nombre a la lista de valientes que se enfrentaron a la montaña. Por otra parte en la distancia de 82 kilómetros participó Juan Bautista. Daniel Llanos se animó a los 32 kilómetros representando al equipo Rower, aunque lamentablemente sufrió una caída con fractura. Un recordatorio de que en estas tierras, el ciclismo no perdona la falta de concentración ni el exceso de confianza.


El recorrido, que incluyó el temido descenso del Giulio Cesare, con sus curvas traicioneras y su pendiente desafiante, llevó a los participantes de vuelta a Mina Clavero después de 120 kilómetros de esfuerzo y pasión. Una vez más, la «Vuelta Altas Cumbres» demostró que no es solo una carrera, sino un rito de paso para quienes aman el ciclismo y buscan superarse a sí mismos en cada pedalada.


En resumen, una competencia que no solo premia a los más veloces, sino a aquellos que tienen el coraje y la resistencia para enfrentar las imponentes sierras cordobesas y regresar con la satisfacción de haber dado lo mejor de sí. Porque en la «Vuelta Altas Cumbres», llegar sano es un éxito en sí mismo.


La crónica ciclística del pasado fin de semana no podría estar completa sin mencionar a Gaby Piñero,  quien desafió las curvas del veloz circuito de Lobos. Gaby navegaba entre el pelotón con determinación. Sin embargo, el destino quiso poner a prueba su temple. En un instante, una caída abrupta alteró el curso de la competencia. La clavícula fracturada fue el cruel recordatorio de la fragilidad humana frente a la velocidad y la intensidad de este deporte.


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