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“Chau viejo”. El adiós de un amigo y compañero de ruta

Por

InfoBrandsen

11 febrero, 2022

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Unas de las personas que más trabajó con Rubén Rebot fue sin lugar a duda Hernán Ilarragorri.

En la cancha, en los estudios, en la calle o donde era necesario, estaba presente.

En el portal local “Medio Campo”, página dedicada al deporte, Hernán que lo acompañó y lo conoció como pocos dentro del ambiente, le dio el adiós al “viejo” amigo

EL ADIÓS A UN COLEGA QUE MARCÓ EL CAMINO

Chau viejo…

10/02/2022

En la noche del miércoles, Ruben Rebot pasó a la inmortalidad, dejando un legado y miles de anécdotas en sus 25 años de relatos, emociones y travesías que lo llevaron de Brandsen a Europa y de lo insólito a lo impensado.

«Chau viejo…»
por Hernán Ilarragorri.

A las 22.38 del miércoles llegó ese mensaje de WhatsApp con una sola palabra en su contenido: “Falleció”. Era algo que me negaba a esperar pero que por los informes de los últimos días lo hacían previsible. Ruben Rebot, “El Viejo Rebo”, nos había dejado….

Y con él se iba un tipo que tenía un entusiasmo, un empuje y un ir al frente con sus ideas de la puta madre. “Yo trabajo de periodista”, decía siempre. Y sus 25 años (los cumplía en este 2022) ocupando los domingos de la radio con los relatos de las Ligas, lo hicieron andar por todos lados y ser conocido en todos lados como “El Viejo Rebo”.

Amaba el fútbol, pero sus relatos incluyeron automovilismo, pato, hockey, básquet, Torneos Bonaerenses; todo lo que se le cruzara en el camino y que se pudiera relatar, lo hacía. Hasta un año se le ocurrió relatar los partidos de Argentina en un Mundial desde la radio y mirándolo por tele.

Un día se levantaba con la locura de acompañar a Martín Coggi por Europa y lo concretaba. Prefería quedarse a dormir en el hotel a ir a ver la Torre Eiffel y volvía con el pecho inflado, aunque después estuviera un año para pagar los costos de esa transmisión.

Un día decía que iba a transmitir la campaña de Racing de Bavio en el Torneo Federal y allá iba con su autito. Se armaba el paquetito publicitario y lo siguió en 30 y pico de partidos por la provincia de Buenos Aires.

Los comienzos con teléfono de línea y cien metros de cable telefónico en el baúl, porque en cada ciudad tenía un conocido al cual le mangueaba el teléfono durante tres horas para transmitir. Las dos butacas, la mesita, el alargue, la media sombra, la sombrilla y el termo con esos mates exageradamente dulces que tomaba en los relatos completaban el baúl.

Llegaba primero a la cancha y se iba último, arrancaba las previas larguísimas de los partidos y entrevistaba a todo el que se cruzara. Preparaba la trasmisión perfecta; algo siempre se complicaba: la consola, el retorno, el micrófono, el cable, pero siempre tenía la solución y el relato salía al aire.

También estaban las malas: la cortada de cables a propósito, el rayón del auto en otra cancha, las puteadas, los cascotazos, bajarse a pelear de una cabina y las promesas incumplidas de “colaboraciones” para con las transmisiones.

Amaba el fútbol y el relato casi tanto como su vida. Fanático de River, defensor a ultranza del “Cholo” Simeone y del Atlético, crítico del “Beto” Alonso y del “Burrito” Ortega.

Te fuiste planificando la temporada 2022 con tres relatores en cancha. Te fuiste y no pudiste ver tu deseo de tener una liga con A y B. Te fuiste peleando y discutiendo hasta en ultima charla por WhatsApp con el grupo de periodistas de las Ligas.

Voy a extrañar tu paso cada domingo por la mañana para dejarme el celu.
Voy a extrañar tus largas llamadas para hablar de fútbol.
Voy a extrañar esos viajes a las canchas.
Voy a extrañar tus feos mates.
Te voy a extrañar viejo.
Y te despido con la frase que me decías en cada saludo de fin de año: “Te quiero mucho”.

Chau Ruben.
Chau Viejo Rebo.