En InfoBrandsen retomamos una sección que teníamos tiempo atrás y que nos encantaba. Gente de Brandsen que vive en otros lugares o bien vecinos que hacen un lindo viaje por el país o el mundo. Viajeros. En este caso compartimos un crónica que escribió Juan Carlos Tracogna, actualmente viviendo en la provincia de Chaco. Qué la disfruten!

Crónica de viaje con imágenes: Fueron doce viajes en uno, y duró dos meses.

Para quién vive en Europa el viaje que hicimos con Cristina quizás le lleve una docena de viajes fraccionados; algunos de fin de semana, otros como vacaciones breves, uno de ellos de un mes. Estos viajes, que en nuestro caso formaron parte de uno solo, fueron:

1) A la región de La Puglia, Italia, instalados en Lecce; 4 días.
2) A Le Marche, Italia, instalados en Castelraimondo, Macerata; 28 días.
3) A Ravenna y Rimini; 2 días.
4) A Urbino, Italia; 1,5 días.
5) A Corfú, Grecia; 4 días.
6) A Sarande, Albania; 2 días.
7) A Tiranna, Albania; 2 días
8) A Shkoder, Albania; 2 día
9) A Ohrid, Macedonia del Norte; 3 días
10) A Prinzen, Kosovo; 2 días
11) A Kottor, Montenegro; 3 días
12) A Cetinje, Pogdorica, Ostrog, Montenegro; 2 días
13) A la región de La Puglia, Italia, instalados en Bari; 4 días.

Ir desde Resistencia, Chaco, Argentina hasta Bari, Italia, o volver, con estaciones intermedias para trasbordos puede representar hasta treinta y siete horas, es lo que nos pasó al regreso si cuento las horas que pasaron desde que entregamos un departamento alquilado en la capital de La Puglia hasta el arribo al aeropuerto de Resistencia.

Esa distancia que separa a nuestro país de Italia y la región balcánica es una de las razones por las que planeamos un viaje extenso, los vuelos son tan largos y cansadores que dijimos “aprovechemos para ver todo lo que se pueda”. Eso sí, después hay que aguantar el ritmo de las actividades, caminatas y visitas.

Después de sucesivos borradores fuimos definiendo el itinerario. La piedra angular del viaje fue la asistencia al curso de italiano para extranjeros en Campus Magnolie, una escuela que funciona en una pequeña comunidad de Castelraimondo, en la región de Le Marche, Italia. Luego el objetivo fue conocer y con tranquilidad (no a las apuradas) la región de La Puglia en la misma Italia. Y más tarde, cruzar el mar adriático para adentrarnos en la península balcánica, región unida a Europa por los montes Balcanes al este y los Alpes Dináricos al oeste.

En la visita a la región pugliesa (así se le llama a La Puglia) optamos por instalarnos en la ciudad de Lecce, primero, y en Bari, después. Desde esas dos ciudades nos movimos en transporte público para llegar a paraísos históricos/culturales como Galipolli, Ótranto, Polignare a mar, Matera, Monópolis.

Para visitar los Balcanes viajamos por vía aérea desde Roma hasta la isla de Corfú, Grecia, y luego, atravesando el mar Adriático, pisamos tierra albanesa. Desde ahí seguimos hasta Macedonia del Norte, Kosovo y Montenegro. En el 2015 habíamos recorrido la parte norte de los Balcanes (Eslovenia, Croacia, Boznia y Herzegovina). Los misterios de la historia de estos países que fueran dominio veneciano, otomano, italiano, alemán y que se llamó Yugoslavia, el buen trato y costumbres de la población que habla idiomas irreconocibles para nosotros, el presente que atraviesan sus pueblos y la belleza natural e histórica que encierran sus fronteras, fueron las razones para retornar en 2019.

Instalados primero en Sarandé, Albania, visitamos dos monumentos patrimonios de la humanidad; las ruinas de Butrinto y Gjirokastra. La ciudad capital de Tirana y la cultural Shkoder completaron el recorrido por este país. En auto alquilado viajamos y nos instalamos primero en Ohrid (Macedonia del Norte), luego en Prizren, ciudad de la joven república de Kosovo que surgió como desenlace de la guerra de los noventa, más tarde en las ciudades de Kotor y Pogdorica, en Montenegro.

Fuimos afortunados. En los sesenta días que duró el viaje no recurrimos al médico y pudimos sostener un ritmo de varios quilómetros diarios en piso sinuoso. Por prevención alimentaria la mayoría de la estadía fue en departamentos, salvo en paradas de paso que recurrimos a hoteles. Las sesiones de ejercicios energéticos auto administrados formó parte, en mi caso, de los recursos que usé para compensar el trajín.

Entre el 24 de agosto al 23 de octubre el mundo siguió girando al revés, por eso las embarcaciones con desplazados de países en guerra continuaron naufragando en el mar mediterráneo o chocando con el muro antojadizo del presidente Trump, los bosques tropicales de la selva amazónica ardieron por semanas hipotecando el futuro del mayor pulmón del planeta, los líderes de las grandes potencias con total desfachatez mantuvieron su periódica pulseada comercial en busca de la supremacía y poniendo en vilo las economías más frágiles.

También en este tiempo los ruidos del descontento con el statu quo resonaron en occidente, particularmente en Francia, España (revueltas en Barcelona), o en oriente, como en Hong Kong. O en América Latina; me refiero a las protestas en Ecuador y Haití, lote de países al que se sumó Chile en octubre mostrando la hilacha de una sociedad centrada en el crecimiento con desigualdad social manifiesta.

Caminando por las calles de Tirana, capital de Albania, nos topamos con una de las cinco mil marchas de protesta estudiantil hechas en el mundo antes de la reunión que hizo la Organización de las Naciones Unidas para ver cómo frenar el calentamiento global.
Durante esos dos meses Italia siguió probando nuevas alianzas de gobierno. Se quebró la anterior que duró catorce meses entre la Liga del Norte y Cinco Estrellas y comenzó la prueba de una nueva entre la segunda nombrada y el Partido Democrático. En los Balcanes los albaneses y habitantes de Macedonia del Norte sufrieron un duro revés y demora en el lote de países (que lideran Serbia y Montenegro) y que quieren ingresar a la Unión Europea, trámite que por las dudas siguen atentamente China y el Kremlin (Rusia). Kosovo libró elecciones que voltearon al elenco gobernante que venía desde la independencia (2008) y en el campo de refugiados en Lebos, Grecia, miles de familias sirias, afganas, iraquies, paquistaníes y Somalíes esperaron hacinados la ayuda humanitaria que traía el barco Aita Mari y que por el mal tiempo en el Mediterráneo tardó más de la cuenta.

En este tiempo que duró el viaje nos perdimos varios cumpleaños en la familia, Jeremías, nuestro nieto número diez, cumplió dos meses y una de nuestras hijas avisó que se muda de casa. La lectura nos acompañó en los ratos de descanso. Y a pesar de la diferencia horaria no pude resistir de seguir en las redes los partidos de Vélez, la pulseada preelectoral en la Argentina y los debates presidenciales.

Quizás la noticia más triste del viaje fue enterarme de la muerte del periodista y amigo radial M. Zlotogwiada. Seguí por años los análisis económicos y en ocasiones intercambié con él y reproduje o recomendé sus notas.

Hoy, a días del arribo a nuestra ciudad sentimos que los cuerpos se acomodan de a poco al cambio de hora, (cinco horas de diferencia con la región visitada) y a las nuevas emociones que depara el terruño.

Aquí, algunas imágenes !

JCT

 


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