Fuente InfoBae

Falleció el martes. Era empleado de la mesa de entradas de la Corte Suprema. Su papá, histórico portero del Palacio de Tribunales, también murió hace una semana. Ambos estaban haciendo la cuarentena en Brandsen

“Sí, ya les voy a traer”, les prometía Walter Montillo a sus compañeros de la mesa de entradas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ellos le pedían camisetas de fútbol de su hijo, Walter Montillo, ex jugador de San Lorenzo y Tigre y que actualmente juega en Chile. Y el padre cumplía.

Montillo, de 61 años, falleció el martes a la mañana en una clínica privada de Brandsen por coronavirus que complicó un severo cuadro de diabetes. Después de su fallecimiento se conoció el resultado del test positivo. Lo que es hoy una incógnita es cómo se contagió. Sus compañeros no tienen síntomas; su esposa, con quien estaba en la localidad bonaerense, tampoco, aunque quedó internada en aislamiento.

La duda está en Oscar Montillo, padre y abuelo de los Walter. Oscar, de 91 años, falleció una semana antes que su hijo en la misma clínica de Brandsen por un paro cardíaco. A él no le hicieron el test de coronavirus porque fue internado sin síntomas. Oscar, como su hijo, también era empleado judicial. Fue el histórico portero de la puerta del Palacio de Tribunales. Walter, desde Chile, despidió a su padre con un sentido posteo en la red social Instagram. Una familia judicial y futbolera.

“Después de que Tigre le ganó a Boca el año pasado la final de la copa de la Superliga nos trajo una camiseta firmada por su hijo a cada uno de los cuatro que atendemos la mesa de entradas”, le cuenta a Infobae Alejandro Ferreyra, compañero de trabajo de Montillo. “Pero no solo a nosotros sino a varios compañeros que le pedían. Él nos decía que nos iba a traer y cumplía. El hijo jugó en varios lados y siempre traía camisetas de él, de quien hablaba mucho”, dice Ferreyra: “Estamos muy consternados. La última vez que lo vimos estaba bien».

“Monti”, como le decían sus compañeros, trabajaba desde hacía 30 años en el Poder Judicial. Era uno de los primeros en llegar a las oficinas 2087 y 2099, en la planta baja del Palacio de Tribunales donde funciona la mesa de entradas de la Corte Suprema. Es el lugar en el que se reciben los expedientes.

Montillo se encargaba de la limpieza y luego de repartir los expedientes judiciales en los distintos juzgados y cámaras. “Por eso lo conocían todos en toda la Justicia. Era una gran persona, estamos todos muy tristes y preocupados. Es el primer fallecido por coronavirus en el Poder Judicial”, le dijo a este medio Julio Piumato, titular del gremio de empleados judiciales.

El último día que Montillo y sus compañeros fueron a trabajar fue el 19 de marzo. Al día siguiente comenzó el aislamiento obligatorio y la Corte Suprema suspendió las actividades en tribunales. “No tenía ningún síntoma de coronavirus y además nosotros ya tomábamos precauciones como dejar de saludarnos y usar alcohol en gel”, cuenta Ferreyra. Ninguna de las casi 30 personas que trabajan en la mesa de entradas tiene síntomas, lo que se van contando entre ellos por el grupo de Whatsapp que tienen.

Montillo fue a hacer la cuarentena a Brandsen, donde tiene una quinta, junto a su esposa y su padre. Oscar Montillo fue internado por una insuficiencia cardíaca –tenía un marcapasos– y murió de un paro cardíaco. No tenía síntomas de coronavirus. Unos días después quien ingresaba a la clínica era su hijo. Tenía problemas de diabetes y obesidad. Llegó con fiebre. El primer test de coronavirus dio negativo. Walter falleció en la mañana del martes. Ese día a la tarde llegó el resultado del segundo estudio: era positivo de coronavirus.

Por protocolo su esposa quedó aislada en la clínica pero no tiene síntomas. “Relevamos que en el barrio donde estaba Montillo no tuvo contacto con ningún vecino, salvo con una persona que fue a cortar el pasto y otro que le infló una goma. El protocolo indica que desde que tuvo contacto esas personas deben estar aisladas por 14 días”, le dijo a este medio el intendente de Brandsen, Daniel Cappelletti. “En Brandsen hubo tres casos positivos de coronavirus y son todos de afuera. No sabemos dónde se contagió Montillo», agregó.

En tribunales tampoco saben dónde pudo haberse contagiado porque allí no registran otro casos ni nadie con síntomas. La familia prefiere por el momento no hablar. Quienes estuvieron con Walter en los últimos tiempos o hablaron con la familia aseguran que no estuvo en el exterior, ni con su hijo que juega en Chile ni en contacto con nadie que haya tenido coronavirus.

“Como persona era un tipo bárbaro. Muy solidario con los compañeros. Estaba al tanto de las novedades y siempre nos contaba cuando iba a haber aumento. Una vez nos trajo la novedad de que iba a darse un ascenso para los que estábamos en la mesa de entradas. Fue en 2017. Vino y nos dijo ´están todos ascendidos´”, lo recuerda Ferreyra. Los compañeros lo despedirán el sábado con un aviso en un diario nacional.

 “Recordarte con esa sonrisa es lo mejor que podemos hacer todos. Vivimos momentos hermosos y otros no tanto. Tal vez no tuvimos la capacidad para hacer que nuestra relación sea mejor de lo que fue en este último tiempo. Sé que en algún lugar verás este mensaje. Siempre te voy a recordar y agradecer por inculcarme la honestidad y el trabajo desde chico. Ojalá que puedas encontrar paz dondequiera que estés. Acá abajo hay mucha gente que te va a extrañar muchísimo. Te amaré siempre!!”, publicó desde Chile, donde juega en la Universidad de Chile.

El dolor en la Justicia es doble. “Oscar era una institución en tribunales. Trabajó más de 40 años. Era el portero de la entrada de Talcahuano. Muy tanguero, bien porteñazo, aunque los Montillo son de Lanús. Los dos eran muy queridos”, dice Mario Alarcón, integrante de la comisión directiva del gremio judicial. Oscar se había jubilado en enero de 2016 y también contaba que su nieto era jugador de fútbol.

Los Montillo son una familia judicial. En el área de finanzas del Consejo de la Magistratura de la Nación trabaja una hija de Walter y una hermana integra la defensoría oficial federal en Bariloche.

“Estamos dolidos y preocupados”, coinciden Piumato y Alarcón. Ambos trabajan en relevar que no haya otros empleados con síntomas. Por ahora son buenas noticias y no hay otros casos. Pero el gremio está alerta. Por eso Piumato pidió hoy en su cuenta de la red social Twitter que después del 12 de abril siga el aislamiento obligatorio sin actividades con gente en tribunales.

Fuente InfoBae


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